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Por: Camilo Cartagena 

El 3 de mayo fue proclamado por la Asamblea de las Naciones Unidas como el Día Mundial de la Libertad de Prensa y se celebra cada año desde 1993, siguiendo la recomendación de la Conferencia General de la UNESCO, para reivindicar el derecho de la libertad de opinión y de expresión a nivel global. Además, esta fecha sirve como una ‘excusa’ para evaluar la situación del periodismo en cada uno de los países y para concientizar sobre los problemas que tienen los periodistas al momento de investigar y difundir la información, viéndose muchas veces hostigados y amenazados al ejercer su labor y sin recibir las garantías suficientes por parte de los gobiernos.

De acuerdo con las cifras otorgadas por la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa realizada por la organización Reporteros Sin Fronteras, en el año 2021 Colombia se ubicó en el puesto 134, lo que indica que ‘no es un país libre’ para ejercer el periodismo.  Y si bien el número de ataques y amenazas contra periodistas ha disminuido respecto a otros años, sigue siendo preocupante que en un Estado democrático sigan presentándose hechos de violencia y agresiones contra reporteros y periodistas independientes que informan la realidad de las diferentes regiones del país.

Por esta razón, desde Tribuna Cultural queremos preguntarnos si realmente existe la libertad de prensa en Colombia, cuáles son esos factores que hacen que en nuestro país siga siendo riesgoso ejercer el periodismo y qué dice la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) acerca de las garantías y mecanismos para proteger los derechos de los periodistas en medio de la polarización, la falta de credibilidad y la violencia que sigue azotando a tantas zonas a lo largo y ancho del territorio nacional.

Factores que atentan contra la libertad de prensa en Colombia

Según Juan Pablo Madrid, coordinador del Centro de Estudios para la libre Expresión de la FLIP, uno de los principales problemas que tiene el periodismo en Colombia es la obstrucción de acceso a la información por parte de funcionarios públicos, pero también a través de amenazas y presiones por parte de grupos ilegales o incluso de la misma fuerza pública. “Esto pudo evidenciarse durante el año pasado en el Paro Nacional, donde se registraron más de 300 agresiones a reporteros y donde se pone en duda el verdadero respaldo del Estado hacia los medios de comunicación independientes y su derecho de ejercer su labor con libertad”, afirma.

Otro de los grandes inconvenientes para el periodismo se produce en las regiones más olvidadas por el Gobierno, donde se produce un gran número de intimidaciones y hostigamiento hacia periodistas que aún deben “pagar vacunas” a grupos armados ilegales o de extorsión. Un ejemplo lamentable fue el homicidio del periodista Marcos Efraín Montalvo en septiembre de 2021 en Tuluá, quien denunció las irregularidades económicas producidas en la administración de este municipio, por lo que fue vilmente asesinado por un sicario.

Pero más allá de la violencia directa y de las amenazas, otro de los factores que impiden la libre labor del periodismo en Colombia es la utilización de mecanismos judiciales amparados por la ley para tratar de amedrentar y callar la voz de los periodistas. “Todos estos componentes demuestran que evidentemente acá es muy difícil ejercer un periodismo libre. Incluso el último ‘ranking’ de Reporteros Sin Fronteras expone que Colombia es el segundo país ‘más letal’ en Latinoamérica, después de México, para poder desarrollar una labor periodística con libertad.

Garantías para el ‘periodismo independiente’

Si bien el Artículo 73 de la Constitución Política sobre el papel garantiza la protección y libertad de la actividad periodística, en la realidad aún existen muchos vacíos para que se defiendan a cabalidad los derechos del periodismo independiente en Colombia. Evidentemente, aún existe una enorme brecha entre los medios tradicionales y los medios emergentes, por lo que desde las mismas instituciones gubernamentales no se han tomado medidas que garanticen la misma seguridad e importancia para todos.

A pesar de la inversión realizada por el Gobierno Nacional de 85 mil millones de pesos para apoyar la reactivación económica desde MinTIC y repartir entre los medios digitales en el país, surge una duda acerca de la verdadera independencia y las condiciones que representa para estos medios recibir este tipo de apoyos. Según Juan Pablo Madrid, desde la FLIP se realizó un seguimiento para solicitar que la evaluación al repartir estas ayudas no se hiciera desde el Estado, sino de manera independiente. “Se les pidió que se hiciera una cláusula específica donde se aclarara que se iba a respetar a la libertad de prensa y que no se iba a usar como un mecanismo para la injerencia de las líneas editoriales.  Sin embargo, desde el Gobierno aseguraron después que ningún medio cumplió con los requisitos, por lo que hubo una gran inconformidad y se generaron muchas más especulaciones sobre qué pasó con esos fondos”.

Pero, aunque las condiciones jurídicas protegen a los periodistas independientes desde la Constitución, las condiciones económicas hacen muy difícil que los medios alternativos y comunitarios puedan surgir. La precariedad que existe todavía en muchas partes del país hace que muchos lugares vivan en una permanente desinformación desde lo local, debido a la falta de garantías económicas o en materia de seguridad por lo que no existen medios que transmitan lo que allí ocurre, permitiendo muchas veces el actuar bajo la ilegalidad o la impunidad dentro de estas regiones.

“Las presiones entre los medios tradicionales y los más pequeños son muy distintas. Los medios independientes y comunitarios muchas veces deben preocuparse por pagar licencias, arriendos o por tener herramientas que puedan permitirles desempeñar su labor dignamente. Muchas veces, esas emisoras o medios de comunicación terminan en manos de políticos que no tienen el verdadero interés de que esos espacios aporten a la comunidad y a la información, por lo que en muchos pueblos y municipios el acceso a las noticias y a lo que realmente está pasando es muy limitado”, asegura Juan Pablo.

Foto: América Economía

“El periodismo local se extingue en Colombia”

La censura y la violencia han producido que en Colombia el periodismo local se esté apagando. Según un estudio elaborado por la Fundación Para la Libertad de Prensa, denominado ‘Cartografías de la Información’, en 666 municipios de los 1.103 no hay medios de comunicación o información suficiente acerca de los contextos locales. Esto implica una enorme problemática para las comunidades y territorios, pues no existe una dinamización que permita conocer las diversas realidades o activar la economía a partir de las cadenas comerciales.

Uno de los factores para que esto suceda, son las condiciones estructurales de pobreza o falta de infraestructura dentro de las regiones que históricamente han sido abandonadas. La falta de educación y de oportunidades para capacitarse impiden que haya una rigurosidad para hacer periodismo y que, además, puedan sostenerse con el tiempo. La ausencia de pautas publicitarias hace que la única manera de sostenerse sea por medio de ayudas estatales, por lo que la independencia periodística vuelve a estar en riesgo y bajo la presión que implica recibir ese tipo de colaboración.

Otra circunstancia que compromete directamente el ejercicio periodístico en estos territorios es la violencia por parte de grupos armados ilegales, donde el miedo a expresarse libremente predomina sobre la importancia del acceso a la información. En estas regiones excluidas y donde la guerra ha golpeado a sus habitantes, las posibilidades de tener un medio de comunicación son nulas y la prioridad pasa por otros aspectos mucho más urgentes, como la supervivencia y la obtención de los recursos básicos necesarios para vivir.

“Son muchos los factores que hacen que el periodismo local se esté extinguiendo. Desde la pobreza estructural, la violencia, la marginación o el racismo, hasta la falta de interés y de cultura para que desde los gobiernos municipales se disponga de un presupuesto para fomentar proyectos periodísticos independientes”, expresa Juan Pablo.

¿Cómo medir la libertad de expresión?

La libertad de expresión es un tema que tiene muchos matices y que constantemente hace que se replanteen sus formas, independientemente del sector de donde provenga. En Colombia, y especialmente en época de elecciones, las declaraciones por parte de periodistas y políticos han generado polémicas que desatan una discusión acerca de los límites de la libre prensa y de la libertad de declarar, especialmente en redes sociales y de manera pública.

Desde la FLIP manifiestan que algunas afirmaciones pueden producir una estigmatización que puede provocar violencia y que surge desde todos los espectros políticos. “La gente que tiene poder y representación algunas veces no es conciente de lo que puede implicar sus palabras, por lo que insistimos en que todas las personas que tienen discursos que hacen ‘eco’ se preocupen porque siempre sea en favor de la libertad de expresión”.

La misión de la Fundación Para la Libertad de Prensa en Colombia es velar porque esas personas que tienen un poder de representación sean responsables en sus declaraciones y no atenten contra ningún medio de comunicación, independientemente de la postura política que tenga. Estas afirmaciones contra periodistas podrían incurrir en afectaciones contra cualquier trabajador de ese medio e incitar a la violencia, por lo que es importante que esa  libertad de expresión contribuya a la construcción de la libertad y al fomento de la diversidad de la información.

Sin embargo, también es importante que desde el periodismo exista esa misma responsabilidad a la hora de informar, midiendo y definiendo claramente esos límites con que se expresan para no generar polarización ni entorpecer la participación ciudadana en el contexto de una época electoral. Por otra parte, “la motivación desde la FLIP al intervenir en estos temas no pasa por incidir en ninguna decisión política, sino en garantizar que todos tengan la posibilidad de ejercer su derecho a la libre expresión de la manera más respetuosa y responsable”.

Periodismo en la era digital.

La Conferencia del Día de la Libertad de Prensa organizada por la UNESCO y bajo el título ‘El periodismo bajo asedio digital’, se desarrollará este año en Punta del Este, Uruguay, entre el 2 y el 5 de mayo. Durante estas fechas se busca puntualizar acerca del impacto de la era digital en la libertad de expresión, la seguridad de los periodistas, la privacidad y el acceso a la información.

Además, en la primera jornada de esta Conferencia se celebrará la ceremonia de entrega del Premio Mundial de la Libertad de Prensa Unesco/Guillermo Cano 2022, que recayó en la Asociación Bielorrusa de Periodistas. Audrey Azula, directora general de la UNESCO, reconoció que con la tecnología digital los riesgos para el periodismo no son los mismos que en el pasado, además de destacar que la información nunca ha sido tan accesible, por lo que, desde esta institución, se promueve una ‘alfabetización digital’ para impulsar una “participación ciudadana crítica y una educación más humana en medio de algoritmos y cámaras de vigilancia”.

En el caso de Colombia, es muy importante que se consoliden los mecanismos de protección efectivos para que los periodistas puedan ejercer su labor de manera segura, además de garantizar por parte del Estado la pluralidad de los medios de comunicación, reconociendo a los medios independientes como parte fundamental del flujo de la información y de la construcción y conocimiento de ‘otras realidades’ que se producen fuera de las instituciones y organizaciones que tienen el poder comunicativo.

Foto: Periódico El Correo

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