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Por: Camilo Cartagena 

El actual proceso electoral que se lleva a cabo en Colombia es un momento trascendental para las comunidades afrodescendientes que históricamente han sido marginadas de la participación política y que representan casi un 10% del total de los habitantes del país. Con la elección de 18 representantes afro en los pasados comicios legislativos para senado y cámara, y con la latente posibilidad de que una persona de raza negra asuma el cargo de vicepresidente, nace una esperanza de reivindicación de los derechos territoriales, culturales y sociales para las minorías étnicas y poblaciones que esperan un verdadero cambio en cuanto a políticas públicas desde las más altas esferas del gobierno.

Una de esas poblaciones es San Basilio de Palenque, un territorio significativo para el continente por ser declarado ‘el primer pueblo libre de América’ y el primer lugar donde, en 1691, una comunidad de migrantes africanos se declararon ‘libres de esclavitud’. Este corregimiento, ubicado en el departamento de Bolívar a 50 kilómetros de Cartagena, es la cuna de Aiden Salgado Cassiani, un activista y líder político que lleva décadas trabajando para defender los derechos de las colectividades afro y que hoy representa los intereses de la comunidad palenquera que vive en Bogotá.

El presente momento es la oportunidad política para que los líderes de la comunidad afrodescendiente en Colombia constituyan un proyecto de país que realmente reconozca su diversidad, donde esta diversidad étnica racial sea observada como la riqueza que es. Es el momento de elegir la fórmula presidencial que realmente represente los intereses sociales, económicos y políticos del pueblo negro… Este es nuestro momento histórico”, escribe Aiden en uno de sus últimos artículos publicados en el portal Agencia Prensa Rural, refiriéndose al futuro político del país y la importancia del ‘voto negro’ en las próximas elecciones.

Una vida de ‘activismo’ y ‘lucha’ por los derechos de las Comunidades Negras

Según Aiden, su historia en el activismo político comenzó desde muy pequeño cuando peleaba por las injusticias que se presentaban en contra de cualquier estudiante de su colegio. En 1994 viajó rumbo a Barranquilla para terminar el bachillerato y estudiar contaduría en la Universidad del Atlántico, donde comenzó su activismo universitario y fue uno de los fundadores de la Asociación de Jóvenes del Suroccidente de Barranquilla (ASOJOCUN), llevando adelante procesos organizativos de izquierda y con la intención de reivindicar la educación pública.

“Durante ese periodo empezamos a denunciar hechos de corrupción, lo que llevó a que nos matarán a cuatro compañeros de la universidad. A raíz de eso, yo aparecí en una lista y tuve que ‘salir corriendo’ desplazado para Bogotá el 28 de abril de 2001. Sin embargo, las cosas allá siguieron complicadas y tuve que exiliarme junto con otros compañeros en Venezuela, donde continuamos trabajando por la dignidad y la reivindicación de los derechos de la comunidad afro”, afirma Aiden.

En el año 2004, cuando ‘la marea bajó un poco’, regresó a Bogotá para estudiar Ciencias Sociales en la Universidad Distrital, contribuyendo a la constitución del Colectivo de Estudiantes Universitarios Afrocolombianos (CEUNA), donde fue secretario de asuntos afro. Aiden reconoce que fue uno de los primeros palenqueros en acceder a la universidad, y otra de sus luchas radica en que la comunidad palenquera que habita en la capital tenga las mismas oportunidades educativas, para que así más miembros de su pueblo puedan llegar a ocupar cargos importantes en la política colombiana.

Y es que, de acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría Distrital de Planeación, actualmente en Bogotá viven aproximadamente 115 mil afrodescendientes, de los cuales unos 300 provienen de Palenque. Como consecuencia de este incremento poblacional, y a políticas que se han venido desarrollando en torno a las Comunidades Negras, los palenqueros se han organizado cada vez más para tener mayor visibilización desde las instituciones del distrito, reflejándose esta inclusión especialmente durante la Alcaldía de Gustavo Petro en el año 2012.

“En el Gobierno de Petro se dio el proceso de empoderamiento de los grupos étnicos en el distrito más significativo hasta el momento. Durante ese periodo hubo una apertura y una inserción de ‘temas negros’ muy grandes y donde se pudieron crear acciones afirmativas con recursos de la Alcaldía, además de la construcción de 20 mesas afro, que luego con el Gobierno de Enrique Peñalosa desaparecieron. Ese proceso nos permitió a nosotros como palenqueros encontrarnos, identificarnos y hacer agenda”, manifiesta Aiden.

Pero a pesar del ‘retroceso’ que hubo durante la administración de Peñalosa, con el Gobierno de Claudia López los palenqueros vuelven a nuclearse para lograr que por medio de consultivas se plantee que en la discusión del Artículo 66 del Plan de Desarrollo queden unos lineamientos claros en beneficio de las poblaciones étnicas. “Concertamos aproximadamente 116 acciones afirmativas para la comunidad palenquera en Bogotá, cosa que nunca había sucedido. Gracias a eso hoy tenemos entre 30 y 40 personas trabajando en la Alcaldía realizando acciones concretas de reivindicación de derechos de las comunidades negras”.

Todos estos progresos en cuanto a la participación de las colectividades afro en la política se traducen en hechos contundentes, que de la mano de Aiden, se han podido concretar para los palenqueros en la ciudad. Uno de esos logros es el sistema de currículo en la Secretaría de Educación para implementar la catedra de estudios afrocolombianos en Bogotá con un componente palenquero.

Además, la obtención de cinco becas por año para la comunidad, la creación del sistema de salud preventiva denominada ‘Kilumba’, un espacio de atención diferencial con medicina ancestral y el programa de acompañamiento para los niños llamado Sawabona, que conserva las tradiciones culturales afro en los jardines infantiles, son pasos enormes para una minoría que ha sido invisibilizada injustamente durante cientos de años.

Foto tomada de archivo personal de Aiden Salgado

 Actualmente Aiden Salgado trabaja en el Concejo de Bogotá, donde impulsa políticas públicas en favor de los derechos de las colectividades afrodescendientes y de las minorías étnicas. Bogotá.

Un momento histórico que motiva e ilusiona

El abanico de aspirantes al cargo vicepresidencial, donde 5 personas son afrocolombianos y 3 de ellas son mujeres, es un hecho sin precedentes en la historia del país. Francia Márquez con Gustavo Petro; Sandra de las Lajas como fórmula de Jhon Milton Rodríguez; Marelen Castillo acompañando a Rodolfo Hernández; Luis Gilberto Murillo con Sergio Fajardo y Ceferino Mosquera al lado de Luis Pérez, demuestran que el panorama de participación se ha abierto y que las formas de hacer política vienen cambiando de aire.

Para Aiden Salgado, el hecho de que la fórmula conformada por Gustavo Petro y Francia Márquez puedan llegar a la presidencia le genera mucha esperanza y expectativas: “Yo tengo muchas ilusiones que a lo mejor se salen del marco de lo real, pero que deben ser puestas en el escenario de posibilidades. Creo debe haber un reconocimiento de la población palenquera diaspórica y considerar a Palenque como un ‘municipio especial’; es decir, un municipio con una connotación vista como ‘reparación histórica’, donde sea financiado por el Estado en sus primeros 100 años en temas de burocracia y donde se cree un ‘cuerpo judicial de ancianos’ encargados de administrar justicia como primera instancia de resolución antes de pasar a la justicia ordinaria”.

Igualmente, Aiden reconoce que debe haber un reconocimiento en cada ciudad del país donde se creen políticas públicas para la comunidad palenquera a través de un capítulo especial. “Esta experiencia ya la tuve en los acuerdos de La Habana donde se realizó un apartado étnico, por lo que no es tan descabellado. Debemos entender la política, no tanto como el ejercicio de las mayorías, sino como garantía de los derechos de las minorías, como planteó la politóloga belga Chantal Mouffe”, afirma.

Y se vuelve menos inimaginable considerando el resultado de las últimas elecciones legislativas, donde dos palenqueros fueron electos como congresistas. Uno nacido en Barranquilla, Gersel Luis Pérez Altamiranda, por el partido Cambio Radical, y la otra es Dorina Hernández Palomino, oriunda de Chambacú, elegida con más de 89 mil votos por el Pacto Histórico y conocida como ‘Cha’ debido a que el pueblo palenquero denomina así a la ‘autoridad’, esto en homenaje a Wiwa Biohó, una mujer cimarrona que luchó por la libertad de los esclavos.

                                                        Foto: Periódico El Universal

Dorina Hernández es la primera mujer palenquera en lograr un puesto en la Cámara de Representantes por el departamento de Bolívar.

El papel de la mujer y la incidencia política palenquera

Gracias al ejemplo de Dorina Hernández, el papel de la mujer palenquera en la política también toma otra trascendencia y abre caminos que antes eran impensados. A pesar de que las mujeres de Palenque siempre han sido fundamentales dentro de su comunidad, Aiden Salgado reconoce que aún no han tenido la importancia que deberían, esto producto de la herencia que ha dejado el colonialismo en materia de segregación en todos los escenarios, pero los tiempos están cambiando y la resignificación de las mujeres afro denota un nuevo rumbo que genera esperanza en las minorías que han sido excluidas por el poder.

“A finales del siglo XIX la mujer palenquera salía a trabajar y era la que se encargaba de cultivar. Después fueron ellas las que salieron a trabajar a las ciudades, mientras los hombres se quedaban trabajando en el monte. Esa ruta de reivindicación de derechos de las mujeres que quieren salir al escenario público las palenqueras ya lo tenían. Sin embargo, aún quedan algunas cosas culturales como el machismo y se ven muchas mujeres subordinadas por los hombres, pero eso en Palenque está cambiando y debe tener mucha más fuerza”, reconoce el presidente de los palenqueros en Bogotá.

También se deben tener en cuenta otros factores a la hora de comprender por qué la incidencia política palenquera ha crecido en los últimos años. La migración por motivos de violencia o factores económicos y laborales es fundamental para que un gran número de palenqueras y palenqueros lleguen a Bogotá buscando mejores oportunidades, por lo que se crean ‘redes de familias’ que se apoyan y encuentran en la solidaridad un medio de supervivencia que les permita encontrar una mejor calidad de vida.

“Los palenqueros siempre migran porque tienen un amigo o familiar que los puede recibir. Si eso no ocurre, el lugar de llegada es la casona donde yo vivo. La gente planta ahí unos meses y luego busca otro lugar cuando consigue los recursos y cuando ha logrado adaptarse a la ciudad”, manifiesta Aiden.

Esta misma migración de palenqueros hacia la capital ha generado que se abran nuevos espacios de participación de esta comunidad y se planteen nuevas necesidades dentro de las políticas públicas del distrito. La incidencia política que tiene actualmente el pueblo de Palenque en Bogotá es algo que nunca había sucedido, generando incluso más participación en el campo educativo donde 12 palenqueros tiene hoy la posibilidad de acceder a la universidad, algo que en otra época hubiese sido imposible ver. 

Foto tomada de archivo personal de Aiden Salgado

‘La casona’ en el barrio La Cruces es el hogar de Aiden Salgado y es el lugar a donde llegan muchos palenqueros que migran hacia Bogotá.

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