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Por: Lisa Trujillo Laguna 

Desde el pasado 11 de febrero estudiantes de distintos planteles educativos desataron una grave ola de denuncias por acoso y abuso sexual en Bogotá. La coyuntura inició con la denuncia pública que realizaron algunas exalumnas y alumnas del reconocido Colegio Marymount.
Según los testimonios de la Asociación de Exalumnas del Colegio Marymount, el profesor de educación física Mauricio Zambrano violentó sexualmente a varias menores entre los 14 y 17 años. Posteriormente el profesor fue despedido y retirado de la institución, la Fiscalía abrió una investigación judicial contra el Marymaunt, se dio orden de captura contra Zambrano, y la junta directiva del Colegio también decidió retirar del plantel a la Rectora María Angela Torres.
Hasta este punto parecía que las entidades pertinentes estaban tomando cartas lo suficientemente contundentes al respecto, después de conocer todas las denuncias, que además señalaban a la institución educativa como cómplice y encubridora de las situaciones de violencia sexual.
Sin embargo, el pasado 10 de marzo un juez de control de garantías dejó en libertad al profesor Zambrano, a pesar de que la Fiscalía imputó cargos y solicitó medida de aseguramiento en su contra. El juez consideró que Mauricio no representa ningún riesgo, y le permitió continuar el proceso en libertad, la Fiscalía apeló la decisión y se espera la respuesta de la segunda instancia judicial.
Pero este no es el único caso, en el Colegio Distrital de Venecia, sede Muzú, en la localidad de Tunjuelito, estudiantes entre 10 y 14 años denunciaron con sus mamás que un profesor suplente las intentó violentar sexualmente durante la celebración del 8 de marzo.
Durante un platón realizado el 15 de marzo en las instalaciones educativas, estudiantes del grado once, nos contaron su versión de los hechos:
“Lo que pasa es que el miércoles de la semana pasada, que fue el día de la mujer, el 8 de marzo, fueron abusadas un par de chicas aquí en el colegio; las de la tarde, para ser más específicos las niñas de sexto, por un profesor supuestamente suplente. Eso ya como que se llevó para la Fiscalía, ya se hizo todos los asuntos legales y demás. Solamente que el profesor fue restituido. Frente a eso salieron más denuncias. 

Por lo que escuchamos el profesor llegó al salón, les dijo a los chicos del salón que salieran y dejó sólo a las chicas, les dijo que tenía chocolates en los bolsillos y que literalmente fueran a tocarlos. La verdad eso fue lo que escuché, las chicas fueron violentadas en el salón, no sabemos exactamente de qué manera, pero fue algo que salió a la luz por medio de unos papás. Al otro día se hizo un plantón en horas de la tarde, sin embargo, los callaron inmediatamente, entonces nosotros como jornada mañana caímos en cuenta, en especial nuestro curso y decidimos actuar frente a eso porque salieron denuncias públicas”. Estudiante anónimo 1

Foto por: Lisa Trujillo Laguna 

Frente a la pregunta de cómo reaccionaron los profesores, o qué tipo de manejo le dieron a la situación internamente, nuestros entrevistados respondieron que:
“Pues en general el rector en principio no quería dar la cara, ya fue casi obligado que le tocó salir y pues en general repetía que solamente le importaba el nombre del colegio, que no quería que esto se hiciera público, porque el nombre del colegio iba a quedar por el piso, no le importaba nada más la verdad. Quería que quedara entre nosotros y quería hacer unos talleres a nosotros cuando los profesores y los grandes acá en el colegio que son los que nos representan son los que están incumpliendo, no nosotros los estudiantes”. Estudiante anónimo 2
Gracias a las denuncias públicas que hicieron las madres de familia y estudiantes en el marco de tres días de platón en el Colegio Distrital de Venecia, la Secretaría de Educación, la Fiscalía, la Personería y la Procuraduría se reunieron con las estudiantes del plantel, representantes estudiantiles y conejeros de la juventud.
Precisamente, y sobre los últimos mencionados, al término de la reunión Nicolas Martínez, consejero de la juventud de la localidad de Tunjuelito, dio una rueda de presa popular donde expuso lo que se había recogido durante la mesa de diálogo y resolución de conflictos.
“La comunidad estudiantil hace distintas denuncias, se hizo un cierre del comedor de los estudiantes como medida de presión, hay distintos estudiantes que están recibiendo amenazas por parte de rectores y profesores con represalias en sus resultados académicos, específicamente el coordinador de la mañana» manifiestan los estudiantes.

El rector dijo que había acuerdos con los estudiantes, cosa que ellos dijeron que es falso. Se niega la entrada a ciertos estudiantes, porque supuestamente iban a ser parte de la movilización, lo cual es una violación a sus derechos; se denuncia que el coordinador de la mañana agrede verbalmente a los estudiantes y de que no se le da gestión a las denuncias que hacen, los profesores también manifiestan que el rector no los está escuchando.

Como consejeros de juventud exigimos que se nos permita el ingreso a las instituciones educativas para darles acompañamiento a los jóvenes, y darles la oferta institucional para guiarlos en la dirección de denuncias. También, se exigió de parte de la comunidad la renuncia del rector y el coordinador de la tarde-mañana.
Hay que darles importancia a las denuncias, porque vemos que el rector no estaba activando los protocolos que se necesitaban para responder a las violencias de género. Se va a modificar el reglamento interno del colegio para que precisamente se dé cabida a esas denuncias; se va a hacer el retiro momentáneo de los profesores implicados en casos de acoso y para el martes 22 de marzo a las 8:00am va a haber una reunión para dar respuesta a las exigencias de los estudiantes”. Aseguró Nicolás.
El consejero Martínez agregó que se abrió proceso judicial contra los profesores sindicados de abuso y acoso sexual. Según el representante hay más de 20 casos que estarán siendo tratados por el ICBF y la Secretaría de Educación. Además, se seguirá pidiendo que los consejeros locales sean garantes del proceso, ya que la comunidad no confía en la eficacia de institucionalidad.

Foto por: Lisa Trujillo Laguna

La educación distrital no sólo enfrenta denuncias contra profesores, el día 17 de marzo de este mismo año, y en el marco de esta emergencia de violencia de género, se conoció a través de redes una denuncia pública por intento de acceso carnal violento en el Colegio El Ensueño en el barrio Madalena de la localidad de Ciudad Bolívar.
Valeria Cardona denunció en su Facebook, que Andrés Felipe Rangel, estudiante de noveno grado, habría arrastrado a su hermana, una menor de catorce años, hasta el baño de hombres del colegio, donde la manoseó en sus partes íntimas, la intento penetrar y besar.

Según la denunciante, profesores del Colegio y el Coordinador Marlon Rodríguez no prestaron mayor atención a su reclamo, este último sólo indicó que se debía seguir el conducto regular de una violación.

Ante la situación a nivel Bogotá, la Personería Distrital abrió una investigación a la Secretaría de Educación, para revisar a través de una indagación preliminar cuál es el protocolo y proceder de las instituciones ante los casos de abuso y acoso sexual.
Por su parte, la Secretaría dice que realizará una serie de pedagogías sobre el conducto de denuncias, para ayudar a identificar los casos en los colegios.

“Hemos recibido este año 659 alertas en nuestro sistema, de las cuales varias involucran a docentes de las instituciones. En este momento tenemos 154 investigaciones”, así lo aseguró la secretaria de Educación Edna Bonilla.

Foto por: Lisa Trujillo Laguna 

La Secretaría de Seguridad, también aportó algunos datos a la discusión, como que en lo corrido del 2022 se han registrado 702 casos de abuso sexual en Bogotá, de los que 276 son a menores de catorce años.
Las familias ahora esperan que las autoridades competentes atiendan a su llamado de justicia, que mejoren los protocolos de denuncia por los delitos de acoso y abuso sexual en los colegios, y en cualquier espacio donde transite o permanezca una niña, niño, adolescente o mujer, o persona de la comunidad LTBIQ+, evitando los casos de revictimización y priorizando que los plateles educativos sean lugares seguros para todas, todes y todos.

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